Cada uno vive en su mundo.

Despues de un par de semanas con mi padre, con nuestros paseos sinfin y las salidas a toda velocidad en descapotable junto a la brisa del mar y bajo la luna...he aprendido mucho de la sociedad, pero no de lo cotidiano, lo general, sino he aprendido del corazon de la sociedad. La gente, sus emociones, sus formas de pensar y actuar, he aprendido y he visto valor e impotencia, energia y dolor...he visto mezclas imposibles en ojos ajenos. He visto como mientras unos sonrien y son felices, otros tienen mil y un problemas que solucionar; que mientras unos odian a muerte a alguien y por su mente pasan escenas terribles otros se enamoran, hacen el amor, se divierten... Y es asi, con estos paseos por la realidad, viviendo de los demas sin permiso, es cuando aprendes del mundo y de sus cualidades y defectos; de sus pros y contras; de lo fantastico y horroroso que es. Piensas en todo esto, lo ves, lo analizas y deprime, deprime porque es triste como todos juntos estamos separados. Que hasta una pareja que lleva junta años y tienen hijas tienen puntos de vista completamente diferentes, que son de mundos diferentes, que discuten pero al final son tan tiernos y hermosos... Es triste, muy triste. Te encuentras en medio de todo y vez que en todo no hay nada. Por eso me gusta estar con papá, porque aunque quiza no haga las mejores cosas, aunque quiza sea algo diferente, él me ha dado amor, felicidad, me esta ayudando a tener un pasado que no tuve en un presente complicado y sobretodo me gusta perdernos entre el mundo a 150km/h junto al mar, mi pelo al aire y la mente en blanco imaginando que esta fuerte brisa se lleva tus preocupaciones...